domingo, 2 de febrero de 2020

Nº194 - Tener casa propia

Nº194 - Tener casa propia

Y ahora volvemos con una importante actualización (aunque, como de costumbre, con retraso).

Tras varios intentos que nos salieron rana en el pasado, por fin, tuvimos la suerte de encontrar un piso que se adaptara a nuestras necesidades: tener una habitación más para que pueda tenerla para ella la niña, en Madrid, a poder ser no lejos de mis padres y lo más importante: a un precio que podamos permitírnoslo.

Pero no todo podía ser perfecto, se cumplía todo lo anterior, pero el piso necesitaba una reforma total por lo que no podía ser habitable sin hacer un gran cambio. Aquí podéis ver el estado anterior:


Tras mucho pensar, buscar y decidir, pudimos encontrar a quien nos hiciera el trabajo e hicimos un montón de cosas: cambiar el suelo, quitar gotelé, pintar, cambiar armarios, cambiar puertas, renovar toda la cocina…
La espera se hizo larga, teníamos muchas granas de poder estar en nuestra casa. Por fin, tras dos meses de espera, pudimos empezar nuestra a vivir en nuestro hogar. A continuación, podéis ver el resultado:




Lo importante, ahora tenemos un sitio que podemos sentir nuestro (aunque tengamos 30 años por delante que pagarle al banco…), en dónde podemos hacer lo que queramos, no tendremos que preocuparnos de buscar alquileres a precio razonable (cosa cada vez más difícil por desgracia) y que podemos ir día a día haciendo nuestro.

sábado, 1 de febrero de 2020

Nº170 - Hablar tras inhalar helio

Nº170 - Hablar tras inhalar helio

Volvemos con una actualización un poco tonta. Una cosa que siempre me ha llamado la atención por verlo en múltiples ocasiones es los efectos en la voz de inhalar helio de un globo. ¿Son exagerados? ¿Funcionan siempre? Sólo hay una forma de probarlo…

Aprovechando un globo que le regalaron a la niña y que ya iba perdiendo forma tras varios días me propuse a averiguarlo, y aquí tenéis el resultado:



Como podéis ver, ¡funciona!  Y por cierto, ¿por qué ocurre esto? El helio es menos denso que el aire que respiramos y esto provoca que las cuerdas vocales vibren con más frecuencia que la normal (casi el triple), por eso conseguimos este tono tan agudo.