jueves, 1 de agosto de 2019

Nº179 - Casarse

 Nº179 - Casarse

Volvemos a publicar algo que debería haberse mucho tiempo atrás. Además, se trata del punto más importante (junto con el nacimiento de la peque), no por el hecho en sí, si no lo que supone, hablamos de la boda.

El hecho de que lleváramos varios años juntos, conviviendo y que justo el año siguiente nuestro aniversario (4 de marzo) fuese sábado propició a que fuese un momento clave para ello. Tras recorrerme todas las tiendas del mundo buscando el anillo "perfecto" y sorprender con una pedida durante un juego de mesa (conectando el móvil a distancia para poder poner su "canción" durante el momento), ya estábamos empezando el camino para la boda.
                                                           

Teniendo en cuenta que es un día único, teníamos claro lo que tenía que tener el sitio que buscábamos: que se dedicarán plenamente a nuestra boda y que tuviéramos libertad de elección (música, decoración, momentos, cambiar cosas...), no queríamos que fuese un lugar en el que hicieran varias bodas en el mismo día.

Tras muchos sitios visitados, algunos mejores y otros peores, tuvimos dos candidatos finales, en ambos seguramente la boda hubiese sido estupenda (como así fue), pero al final nos decantamos por El Palacete de la Ochava.

Cada conversación y opinión nos fue convenciendo que habíamos elegido el mejor sitio posible. Y la prueba de menú nos confirmó, que además de la atención, el entorno y las opciones, la comida sería estupenda y contundente.

Paralelamente, dedicamos mucho tiempo a preparar la boda: búsqueda de ropa, decisión de las invitaciones (miramos decenas y decenas de modelos), sello personalizado, regalos, etc...

Algunos ejemplos:
                                 


Con todo ello, y ya la semana antes nos reunimos con los encargados (Victor - Bianca) del Palacete, le explicamos todo y quedamos con una tranquilidad de que todo iba a salir según lo esperado.

El día de la boda, al menos por mi parte, los nervios eran grandes, no por que saliera mal la cosa, si no por ser el centro de atención, estar todo el mundo pendiente de tí, la ceremonia, el baile...

Pero todo fue pasando, poco a poco, y genial. Antes de la ceremonia fueron las fotos, un total acierto, ya que así pudimos estar todo el cocktail con los invitados.
                                                                 

La ceremonia fue muy emotiva, tanto por el momento en sí entre los dos como con las palabras de los invitados, que nos emocionaron totalmente.
                                   

Según acabó la ceremonia, media vuelta y a beber y a comer, nada más salir ya estan ofreciendonos la bebida para brindar. El cocktail fue muy entretenido, todo el mundo junto, comida estupenda, trato genial, el metre ocupandose de que comieramos de todo, y pudimos saludar y hablar con todos los invitados que quisimos.
                                

El resto trascurrió tal como lo esperábamos o mejor.



La comida aún más rica que en la prueba de menú, tiempos buenos, invitados satisfechos, y al final, fiesta!. Baile que sorprendió a todos (ttras una clase y practica en el salón de casa...), buena música y bebida :D

En definitiva, el día no pudo salir mejor. Fue todo un lujo poder vivir ese día y compartir con toaos las personas importantes de nuestra vida nuestra unión. Lo más importante, que sea un día que recordemos cada año y que podamos seguir celebrando el haber conocido a la persona con la que llenar nuestra vida de experiencias que vivir uno junto al otro.